La crisis económica azota Estados Unidos. Joe Harper, residente en Baltimore, acaba de perder su empleo. Mientras sopesa mudarse a un barrio más barato, recuerda que su abuelo, el mítico Cerón Harper, le dejó en herencia una cabaña en Sulphur Creek, un pueblo canadiense. Toma el poco dinero que le queda y se dirige hacia allí. Es un lugar remoto y aislado, al lado de un parque natural, ideal para esperar que todo mejore. Además, el recuerdo de su abuelo, un incansable buscador de oro del que se decía que podía matar osos con la única ayuda de un cuchillo, es un buen acicate.
La cabaña está prácticamente en ruinas, pero Joe no se arredra. Reconvertido en pionero, arregla el tejado, repara con tablones el porche, consigue apartar piedras enormes. Cuenta cada dólar y lo invierte en comestibles, en agua. Y, casi enfebrecido por el cansancio, se siente vivo, un héroe de película, como si Baltimore no hubiera existido nunca. Para su sorpresa, pronto descubre que Sulphur Creek se vacía durante los duros meses de invierno. Con cualquier excusa, los lugareños abandonan el pueblo para mudarse temporalmente. Un hecho curioso, que podría atribuirse a las extremas temperaturas, pero que parece adquirir otro significado cuando uno de sus vecinos le susurra: «No pase aquí el invierno. Ellos vienen. Vienen cuando hace frío». Sin embargo, Joe no cree en leyendas, fantasmas ni demonios. Piensa que los aullidos que se escuchan son sólo un signo de la fuerte ventisca y que las sombras forman parte de la oscuridad característica de la estación.
Carlos sisí es uno de mis autores favoritos del género de terror, y no solo porque sea Español y buenas sagas como ''los caminantes'' estén algunas inspiradas en las bonitas calles de Málaga o en Andalucía en general, si no porque tiene libros que realmente te hacen pasar miedo. Y ahora para hacerme sentir lo mismo que ha hecho con sus otras obras, empiezo a leer ''Vienen cuando hace frío''.
Pues este nuevo libro de Carlos, empieza sin rondeos ninguno, introduciéndonos directamente en el drama del protagonista. A Joel le esta afectando la crisis por la que esta pasando el país y se ha quedado sin trabajo. Sus ahorros no dan para vivir mucho mas tiempo, así que decide dar un vuelco a su vida y empezar a reconstruir la cabaña que le dejo su abuelo en un pueblo canadiense. Aunque esta totalmente en ruinas, Joel tendrá una gran motivación por recomponerla para empezar a dormir allí cuanto antes. Su vida será mas llevadera cuando conoce a su vecino que con el que al poco tiempo entablara una amistad, lo suficiente como para que le cuente a Joel algunas de las razones por las que no debería de pasar allí el invierno.